Dos

El buscador de tuétanos

El mar es un pozo

cuya evaporación destroza

las fosas nasales

haciéndonos llorar lágrimas

de ele ese de.

A cada paso

se añade

una nueva enfermedad

a la configuración individual

de cada ser,

y el camino se hace largo

entre lepras y troyanos.

El camino es una sucesión

de metamorfosis y caídas,

de adicciones a la luz artificial,

tan fuertes

como las de yonkis de alcohol

o de pastillas.

Y el camino

parece no tener final

y nadie recuerda ya el principio

ni cómo era su imagen o ideología

24 horas antes.

El camino es un reseteado continuo

entre lepras y troyanos,

largo camino largo.

Y cada vez más delgados

y cada vez más pantallas.

El camino es digital

y la enfermedad;

siempre fuimos las personas.


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